Unión de Rugby del Uruguay 18 de mayo, 2020

El comienzo del camino

El camino de Uruguay a las últimas dos ediciones de Rugby World Cup tuvo en el World Rugby Trophy U20 el comienzo de un camino de éxito.

Desde el último martes, Uruguay se sienta en la mesa grande de World Rugby; participó en las últimas dos Rugby World Cups, en Inglaterra 2015 y Japón 2019, con un rugby en continuo ascenso. 

Si bien no hay un único comienzo del camino que llevó al crecimiento uruguayo, el mojón que representan Los Teritos de 2008 es ineludible.

Analizando los planteles uruguayos en Inglaterra y Japón en los dos últimos mundiales, y los jugadores que participaron del seleccionado mayor en la última década, la influencia del equipo que comandaban Martín Mendaro y Bruno Grunwald es notable.

“Se podría decir que fue el comienzo de algo,” dice Juan Gaminara, capitán de Uruguay en RWC 2019 y Terito en el primer Junior World Rugby Trophy, disputado en Santiago de Chile.

Junto a él había otros futuros internacionales en Alejandro Nieto, Rodrigo Espiga, Diego Magno, Juan Diego Ormaechea, Miguel Horta, Germán Albanell, Matías Benítez, Francisco Vecino, Juan De Freitas, Jerónimo Etcheverry, Santiago Gibernau, Tomás Jolivet, Leandro Leivas que participaron de las clasificaciones o de los mismos mundiales.

World Rugby acaba de cambiar el formato de sus competencias juveniles, abandonando los torneos M19 y M21, con dos nuevos torneos M20, el Championship y el Trophy.

“Ese año nos preparamos de manera muy profesional, muy duro,” recuerda Gaminara.

Su compañero en miles de batallas, Alejandro Nieto, agrega que “tuvimos que juntar dinero para solventar algunos gastos porque no era como ahora.”

Nieto, pilar derecho en ese entonces, estuvo cerca de no viajar. “No lo tomaba tan en serio y por suerte los entrenadores me dieron la oportunidad de viajar, aunque no fui titular,” dice. Su personalidad forjada y su amor al renovado, Nieto ha sido pieza clave, junto a Gaminara, en la tercera línea uruguaya en la última década.

Los ocho equipos participantes estaban divididos en dos grupos de cuatro y los grandes candidatos eran Rumania y Georgia. 

Tras derrotar a Corea 67 a 8 y a Jamaica 82-0, el encuentro ante los georgianos definía el pasaje a la final.

“Fue durísimo, lo defendimos con todo. Los últimos minutos defendimos con todo y en el cierre el Colo Leivas frenó con un tackle terrible lo que parecía iba a ser el try del triunfo de ellos,” explica Gaminara.

A esto, Nieto agrega. “En el equipo estaba Victor Kolelishvili, que después jugó en 2011 y 2015. En los últimos lines, lloraba de frustración en los últimos años porque no los dejábamos pasar.” El 20-16 fue muy celebrado.

Chile también sorprendió al derrotar a Rumania para definir la final. Ese triunfo en un ámbito hostil mostró lo mejor de un equipo que comenzaba un largo recorrido.

Liderados por el buen octavo Matías Fonseca, de corto recorrido internacional, la final fue muy disputada. Diego Magno, el jugador sudamericano con más caps, apoyó el try de Los Teritos en el primer tiempo que Albanell convirtió, para irse al descanso al frente por 8 a 7.

La insistencia uruguaya en el complemento puso bajo enorme presión a los locales; así llegó el drop del Colo Leivas sobre la hora de juego, un penal de Jerónimo Etcheverry y sobre el final Albanell se escabulló por la punta izquierda y llegó al try que selló el resultado.

“En ese torneo empezamos con el análisis de video, a cuidarnos; teníamos dos preparadores físicos,” explica Gaminara en lo que fue el comienzo de una generación en el Alto Rendimiento.

Además, los entrenadores aseguraban que los jugadores estuvieran listos. “Las charlas técnicas eran una montaña rusa de emociones,” recuerda, sonriendo, Nieto. “El Tecla Mendaro era pura pasión y Bruno la calma.”

“Me enseñaron a ser rugbier,” dice.

Las principales enseñanzas fueron fuera del campo de juego. A un asado del equipo fueron invitados los entrenadores de Chile.

“Siempre que me los cruzo, tenemos una gran relación, como con varios chicos de ese equipo chileno,” agrega Gaminara, que reconoce que “no era ser campeones del mundo, porque había una primera división, en la que jugamos al año siguiente. Fue importante para una generación entender que el trabajo rendía frutos.”

En pocas semanas, Diego Magno fue convocado a la Nations Cup in Rumania, muchos viajaron al Championship en Japón en 2009 y de a poco se fueron sumando al seleccionado adulto otros jugadores que dejaron una gran huella.

“Muchas cosas fueron cambiando en el rugby uruguayo para que crezca; ese primer paso en Chile fue importante,” sentencia Gaminara.