El 9 de julio de 1816, en la ciudad de Tucumán, se selló la independencia de Argentina. Fecha histórica para el líder del rugby sudamericano en una ciudad que muchos años después se convertiría en un centro ovalado por excelencia.
La fecha ha sido de celebración desde entonces y este año el rugby argentino tiene un centenario muy poco conocido para festejar.
El rugby sevens nació en Escocia en 1883 y a pesar de su crecimiento en ese país y hacia el sur en Inglaterra, no había salido de Gran Bretaña hasta ese frío día de julio en la ciudad de Buenos Aires.
Aquel sábado, el rugby de la ciudad capital de Argentina, se reunieron en la sede que compartían el Buenos Aires Football Club y el Buenos Aires Cricket Club en los tradicionales bosques de Palermo. El lugar era tan ideal que años después, tras una expropiación, se instaló el reconocido Planetario de la Ciudad.
Ambos clubes, que años después formarían el actual Buenos Aires Cricket & Rugby Club, compartían socios y predio y las ganas de difundir el deporte en la comunidad británica y extranjera. En esa búsqueda, muchos de los deportes se practicaron por primera vez en el país, y la región, en su predio.
Tras la Primera Guerra Mundial, a la que BAFC y BACC habían contribuido con soldados, los deportes tardaron un par de años para volver a afianzarse. Con el conocimiento adquirido por varios de sus socios que habían además estudiado tanto en Inglaterra como Escocia, se decidió organizar por primera vez un torneo de seven.
Hubo el domingo 3 de julio, para socios del club, una puesta a punto, con seis equipos que disfrutaron hasta que el hambre le ganó al deporte y todos compartieron un tradicional asado.
Seis días después “el Buenos Aires Football Club repitió la convocatoria, pero esta vez la invitación fue hecha a los demás clubes, quienes respondieron con la formación de ocho equipos que protagonizaron el primer campeonato de seven-a-side en el país,” cuenta el libro publicado en 2014 por el BAC&RC en motivo del 150 aniversario de la inauguración del predio donde se disputó este primer seven.
Con una cantidad de espectadores que superó la expectativa, el juego comenzó a las 13.30hs con la participación de Belgrano A, Belgrano B, GEBA A, GEBA B, Deportiva Francesa, Huemac (el único equipo que dejó de existir) y dos equipos del club local, como muestra la foto principal.
“En la final, cuando los equipos salieron a la cancha recibieron una gran ovación y Buenos Aires doblegó a Belgrano por un ajustado 11 a 10.
Buenos Aires FC formó con Francis Macadam, Govan, Coulson, Gilderdale, Alfred Macadam, Hughes y Marks.
Con poca visión de futuro, el cronista de The Standard, el diario local en inglés, expuso:
“Este juego desde el punto de vista del espectáculo no es tan interesante como las reglas del fifteen-a-side, sin embargo, la habilidad, la velocidad y la resistencia son factores muy necesarios para un side con alguna pretensión de éxito. El hombre más rápido del día fue, sin dudas, Govan, cuyos poderes para soportar la exigencia del juego parecen ser anormales.”
El evento había sido un éxito y quedó establecido el 9 de julio para los años siguientes como el día donde el rugby se reunión en el BAFC.
Había una salvedad.
El club anfitrión se caracterizaba por el buen espíritu que allí existía y durante los siguientes dieciséis años, el torneo se disputó con normalidad pero no hubo campeón.
“En realidad, allí el juego es lo de menos, sirve de pretexto para una reunión de camaradería alrededor de un asado que suele tener derivaciones pintorescas e insospechadas para quien nunca lo ha visto,” lo describió alguna vez el decano del periodismo de rugby, Hugo MacKern, conocido como Free Lance.
Estas ‘derivaciones’ eran que, al momento de disputarse la final, sonaba una campana que avisaba que el asado estaba listo y el público invadía el terreno de juego.
Recién en 1937 el seven pasó a estar bajo la organización de la entonces unión nacional.
“Nos hubiera encantado celebrar este Centenario como se merece, pero lamentablemente, estamos en medio de una pandemia y muy limitados a realizar actividades multitudinarias,” dijo a World Rugby Pablo Traini, actual Presidente del Buenos Aires Cricket & Rugby Club.
“Tomamos con mucha responsabilidad la historia de nuestro club, que se remonta a unos primeros indicios del Buenos Aires Cricket Club en 1831 y que tiene como su fecha madre la de inauguración del predio en Palermo el 8 de diciembre de 1864.”
Santiago Gómez Cora, la personalidad más reconocida del rugby sevens en Argentina y una de las grandes figuras internacionales, no sabía de esta fecha.
“Que lástima que no haya jugado mi club, ¿qué habrá pasado?,” dijo el velocista del Lomas Athletic Club.
“En Los Pumas Sevens trabajamos mucho la historia y en nuestro centro de entrenamiento tenemos un cartel con los nombres de los más de 200 jugadores que representaron a Argentina desde el comienzo del HSBC World Rugby Sevens Series,” le comentó a World Rugby.
Gómez Cora se reconoce interesado en la historia y es algo que habla con su equipo, que se prepara para viajar a Japón para competir en los segundos Juegos Olímpicos.
“El seven se jerarquizó con el World Series, pero sobre todo al jugarse en los Juegos Olímpicos. Hoy los chicos quieren jugar seven y en el universo del seven están los que quieren jugar y los que quieren divertirse, como era en esa época.”
“Al que le divierte y quiere dedicarse, puede pasar al seven de alto rendimiento, pero todo empieza en el club”, sentenció.