Se harán pruebas globales para analizar nueva tecnología en la protección de la cabeza
Reflejando su compromiso en las mejoras para el bienestar y seguridad del jugador, World Rugby lleva adelante un prueba global a las reglas de cinco años de duración para permitir el análisis de nuevos dispositivos en los cascos, diseñados para lograr el bienestar y la seguridad del jugador, alineados con la Regla 4 y la Reglamentación 12.
Bajo las leyes y reglas de World Rugby, los cascos para proteger la cabeza del jugador están permitidos siempre que no causen daño al que los usa o al rival. Presentemente, ninguna protección de cabeza está aprobada sobre la base de la prevención de conmociones, ya que al momento, la investigación no asegura este resultado.
No obstante, en reconocimiento a la evolución de la tecnología, los materiales, la manufactura y el enorme interés en todo el juego en avanzar en la prevención de lesiones, la prueba ha sido diseñada para permitir que los fabricantes recojan evidencia científica de los jugadores que usen la nueva tecnología, siempre que se cubran ciertos criterios estrictos.
El criterio incluye una detallada evaluación por un grupo especialista de World Rugby, sólido análisis interno y externo de seguridad, compartiendo toda la información recabada en este período de prueba. Quienes produzcan los cascos dentro de este criterio podrán participar de estas pruebas.
El Director Médico de World Rugby Eanna Falvey dijo: “El bienestar y seguridad del jugador es la prioridad número uno de World Rugby; por ello, hemos desarrollado y estamos implementando un proceso de prueba en la protección de cabeza que haya sido diseñada para lograr propósitos médicos específicos y cuantificables."
“Para poder maximizar la seguridad del jugador, hemos puesto alto el criterio de ingreso a la prueba y hemos contratado a consultores externos para examinar el estudio y desarrollo de la información ya generada por los desarrollistas como parte del proceso de estudio y desarrollo."
“La etapa de pruebas es un pilar en el enfoque holístico, basado en evidencias, en la educación, gestión y prevención de conmociones, que incluye una serie de pruebas cerradas de las reglas ya en funcionamiento en competencias, y el marco de sanciones de tackle alto diseñado para cambiar la conducta del jugador, pasando del riesgoso tackle erguido al tackle de menos riesgo cuando el tackleador está a la altura de la cintura. Como resultado, han bajado en un 30% las conmociones en Rugby World Cup."